Acostarse en una navaja de afeitar y sobre pulgas en celo –viajar en barómetro- mear como un cartucho – cometer errores, ser idiota, ducharse con minutos santos - ser golpeado, ser siempre el último – gritar lo contrario de lo que dice el otro - ser la sala de redacción y de baños de dios que cada día se da un baño en nosotros en compañía del pocero, -
he ahí la vida de los dadaístas
Ser inteligente - respetar a todo el mundo - morir en le campo de honor - suscribirse a la Deuda Exterior - votar por Fulano - el respeto por la naturaleza y la pintura - aullar en las manifestaciones dadá. –
he ahí la vida de los hombres
Tristan Tzara
El hombre se resume a acciones y actitudes homogéneas dentro de su especie, más aún como ser social. A partir del cansancio ante una postura similar es como escritores y artistas dadaístas enfrentan a lo absurdo de su época (que a la vez habla de lo absurdo de todas las épocas con presencia del hombre). Su movimiento pone en tela de juicio todos los modos de expresión tradicionales.
La coherencia inusual dentro de este movimiento, su tesis y antítesis implícita, el cambio en los ideales y aspiraciones allende la realización individual, la reestructuración en la perspectiva de vida humana, la contradicción ante lo ‘dicho sin pensar’, la libertad de creación sin bases estipuladas, la levedad asumida ante las agresiones, el apasionamiento efímero de sus objetivos...
Todo surgido en un instante, en un lugar , tal cual si observáramos atónitos hechos de generación espontánea. Así aparece el dadá provocando los aullidos de una sociedad contenida en cánones, definiciones y protocolos, temerosos de haber avanzado una vida en caminos equivocados, reaccionando con el miedo natural al descubrirse en un error masivo, en un desnudo colectivo de almas y cerebros, la exaltación angustiante, lo ominoso que es hallarte en el microcosmo de tu persona y ver que dentro, la razón que siempre has aplicado esta vez ya no funciona; que en lo inverso y azaroso puede estar otra verdad.
La delicia de lo absurdo, ese frío extrauterino al salir de la crianza en la razón, ese choque de ideas nuevas y conceptos viejos; es probablemente lo que vuelve actual e imperecedero al dadá en la historia del hombre que supo de él.
ettörillö